Movimiento "Estereometrismo Cromático"

Siguiendo la corriente en busca de nuevas fórmulas de expresión en el Arte, presento mi propuesta artística como resultado de una especie de “alquimia” entre la óptica y la química del color, sumada a la experimentación de nuevos materiales que resultaron adecuados para desarrollar mi trabajo en esto que he denominado «Estereometrismo Cromático»; una creación plástica híbrida entre estampado y técnicas del "Teselado Origami".  Esta se basa en la idea de que los sólidos tridimensionales, definidos por la “Estereometría”, combinados con un diseño de colores vibrantes, sobre patrones geométricos de una teselación, dan como resultado una nueva forma de arte compleja y abstracta que desafía la percepción del espectador en una experiencia visual inolvidable.

Ha sido un largo proceso de experimentación, alrededor de unos 4 años, el que me ha llevado a esta técnica muy particular; sobre todo, por el largo proceso de elaboración que toma realizar una sola obra.

Estereometrismo Cromático como técnica, está inspirado en las teorías de “La División Regular de los Planos” de M.C. Escher, la “Geometría Lineal” de V. Kandinsky, así como las ilusiones ópticas del OP-ART de Victor Vasarely y los conocidos artes holográficos en 3D de Herber y Bielinski. La intención es crear obras de arte que desafíen las convenciones de la percepción visual y despierten nuevas sensaciones en el espectador.

El interés nace a partir del uso de formas geométricas tridimensionales y la aplicación de técnicas matemáticas para crear patrones y diseños complejos en dos dimensiones, sin dejar de lado la escultura y otras disciplinas que podrían enriquecer esta nueva concepción de arte. La teselación es un recurso rico en posibilidades para crear patrones infinitos con el cual magnificar la textura y profundidad de las obras.

Como artista, busco ir más allá de lo convencional. Creo en la libertad del uso de cualquier medio  o herramienta que me permita crear obras, incluyendo las nuevas corrientes en del arte digial, en forma innovadora y contemporánea y explorar nuevos métodos de comunicación visual. En lugar de enfocarme en la representación de la realidad, me centro en la creación de una realidad propia que estimula la imaginación y la percepción.

Para poder comprender el enorme costo que representa crear cada una de estas obras, tanto en tiempo como en materiales, que va desde preparar el sustrato (entretela no tejida), para luego estamparlo y finalmente “Teselarlo”, será necesario analizar cada una de las etapas de este elaborado proceso:

 Si bien la obra teselada tendrá una medida promedio de entre 60 a 120cm en toda su superficie, con sus pliegues acoplados en diferentes ángulos y tamaños, no así la obra extendida sobrepasa en la mayoría de los casos la medida de los 220cm en su parte más larga y por tanto, resulta imposible, al menos en este país, conseguir un papel de gran tamaño (papel acuarela por ejemplo). Adicional, debe ser maleable y muy delgado, de modo que resista numerosos plegados sin que se desgarre en los bordes de cada tesela. Esta búsqueda me llevó a experimentar primeramente con papel siliconado (material que recubre al vinilo y plástico adhesivo) desechado por las empresas de impresión en gran formato, cuya medida puede ser de hasta 200 cm de ancho, el cual ha resultado apropiado por su resistencia a la humedad y gran flexibilidad. Y no solo eso, sino que también ha resultado ideal al utilizarlo como plancha para el estampado de la obra final, al permitir que las tintas se mantengan estables en la superficie siliconada antes de transferirlas, dándole así una utilidad acorde a la visión de reciclado

Ahora bien, toda esta experimentación me condujo al siguiente paso que consistió en realizar la obra en el sustrato definitivo sobre el llamado “Pelón” o “entretela no tejida”, que de igual forma se consigue en rollos de hasta 160cm largo y cuya preparación fue la clave para su resistencia al plegado, humedad y una mayor nitidez del estampado.

Lograr armonizar mis obras entre el “Teselado” y el tema estampado a éste no es una suerte de asar  y/o de divagación jugando con un ordenador. No, muchas de mis obras antes del teselado las inicio con una ilustración; en muchos casos, tan solo con un simple esquema geométrico con el cual realizo una serie de experimentos con variaciones de colores en busca del efecto visual que quiero lograr.

Una vez definido el tema de la obra, el siguiente paso será encontrar el “teselado” adecuado que complemente el efecto visual que la obra producirá en el espectador. Es aquí cuando el proceso se ralentiza, pues debo digitalizar el diseño creado y con ayuda del ordenador, segmentarlo y hacer cálculos para adaptarlo a un teselado específico, de entre varios que pruebo hasta encontrar el adecuado. Esto implica realizar numerosas prácticas de la técnica del doblado del papel; ¡bastante papel!, grandes cantidades a tamaño carta impresos con segmentos a escala para comprender cómo se distribuirá la obra en toda la superficie teselada.