Diseñadora textil, su amor por la creación y diseño de piezas textiles nace de una larga tradición textil de su familia, oriunda de Corralillo de Cartago. Como comenta María José: “Cualquier técnica de tejido me maravilla. El poder crear telas y objetos desde cero me parece un proceso muy enriquecedor”.

Su familia por años trabajo el tejido con cabuya y sus derivaciones. Mediante el tejido desarrollaron, a través del conocimiento artesanal mestizo, productos como alforjas, bolsos y cinchas; desde el hilado hasta la comercialización. Todo ese conocimiento llegó a María José por medio de su abuela que le ha comunicado recuerdos y anécdotas sobre los saberes textiles para que no se pierdan con el tiempo.

Su formación como diseñadora textil se ha dado a través del tiempo con la unión de muchas prácticas, por un lado, su abuela mostrándole las técnicas mestizas de la cestería. Por otro lado, la formación académica, cursando la carrera de Diseño Textil en la Universidad de Buenos Aires en Argentina. Así como, con talleres en la Tienda Chietón̈ Morén̈, donde aprendió sobre el manejo de fibras duras como el bejuco.

En el año 2021, motivada por el deseo de compartir la historia textil de su familia y luego años de exploración en diversas técnicas, participo en el Certamen Nuestras Artesanías Tradicionales, Edición 200 años de Costa Rica: Cestería, “Entrelazando Saberes”, recibiendo una mención honorífica en la categoría de cestería contemporánea por su obra “Alforja Cestera”.

Participó en el Certamen Nuestras Artesanías Tradicionales, Edición 2023 “Jícaras: Legado y Tradición”, con una Cartera Jicarera.

Esta pieza está elaborada con una jícara como contenedor principal, tela de algodón en forro interno, hilos de algodón y cabuya en flecos decorativos, hilos de algodón en intervenciones textiles en la jícara.

"La mitad de mi familia es de Guanacaste. Mis abuelos maternos trabajaron con la jícara durante toda la vida, hasta la actualidad. Ese es el aspecto de identidad personal y comunitaria que me inspiró a realizar esta pieza.
Mi inspiración principal fue la provincia de mis abuelos y de mi madre, Guanacaste, que siento que también forma una pequeña parte de mí. Mi forma de conceptualizar la pieza fue a través de encontrar los símbolos más importantes desde mi mirada, que representaran todo el cariño que me transmite el estar en ese lugar.

Como primer punto, el fruto del árbol de jícara me transmite como material natural, el contener. En toda mi tradición familiar, este objeto se utilizó para guardar alimentos, agua, y otros elementos a través de "los guacales" . Por eso mi primer acercamiento fue realizar un objeto (cartera) que sirva para contener, en este caso objetos del día a día.

Luego como forma expresiva me parecía muy importante poder grabar algunos signos que me representaran la provincia, porque el fruto de la jícara a través de las tradiciones ha sido un excelente lienzo para transmitir los símbolos de las comunidades. Para esto escogí Las Cercas, distintivo indispensable en el panorama de la bajura. Recordar los viajes donde mi familia, siempre me traen esos caminos cercados dividen las llanuras interminables de Guanacaste. Y además un elemento que me llamó la atención es que muchos de los árboles de jícara se encuentran en los cercos y de esta forma también retratar la conexión que existe entre el contexto y la pieza que realicé. Los colores que me transportan a la provincia los incorporé por medio del bordado en cruz que representa las púas de los alambres.

El otro elemento de inspiración son las plantaciones. Mi abuelo y tíos me narraban cómo la jícara, cuando tenía agujeros (les dicen pazcones) se utilizaban también en el área agrícola, y lo usaban para dispersar las semillas. Mi mamá recuerda que en la zona de Guanacaste, principalmente Liberia, existieron grandes plantaciones de algodón hace varios años, ella incluso trabajó temporadas de vacaciones en recolección de algodón. Los flecos son elementos que representan esas semillas que salían y se esparcían y que daban paso a las plantaciones que por tantos años ha albergado la provincia. Mi abuelo trabajó toda la vida en algunas de estas plantaciones, que estaban cerca de la zona de Liberia y Carrillo.

De esta forma, todos los materiales, grabados y puntadas están principalmente dispuestos para comprender y expresar mi visión sobre el material y el lugar donde aprendí a trabajarlo.

Mis abuelos me enseñaron las bases de cómo preparar el fruto y cómo cortarlo, ya que lo usan en muchas situaciones domésticas, y cerca de la casa de ellos, hay varios árboles de donde lo obtienen.
Por medio de las narraciones de mi madre, tías y tíos pude entender cómo se realizaban los procesos de la jícara y el calabazo, hace unos 50 años, cuando ellos eran niños y trabajaban el material. Mis bisabuelos eran descendientes de indígenas chorotegas, por lo tanto, en el linaje de mi familia el oficio de las jícaras pasó de generación en generación.

El proceso de aprendizaje fue lento, porque las visitas a mis familiares de Guanacaste eran por periodos cortos de entre 2 semanas a un mes y por eso, a veces, podía observar una parte del proceso y otras veces, otra. Pero conforme iba creciendo fui entendiendo el proceso completo, desde la obtención, hasta la utilización del material ya terminado.

He transmitido lo que he practicado a mi hermana y primos menores, que ellos vivieron menos las épocas donde se utilizaba más la jícara. Pero me gustaría poder transmitirlo más a otras personas.

El proceso completo lo he practicado hace 3 años que he estado más interesada en experimentar con otras formas de producción, artísticas y artesanales.

Los jícaros me los cortó mi abuelo en un árbol que queda como a 2 km de la vivienda de ellos, en Guardia de Liberia, que se encuentra en la orilla de una cerca. El cordón de algodón, los hilos de bordado y la tela de forro, en las pasamanerías en San José y la cabuya en el mercado central.

Hay menos árboles de jícara en los últimos años, esto afecta directamente la elaboración de diferentes artesanías con este material. Además, a partir de los años 70, el plástico tomó una parte muy importante del mercado, suplantando y disminuyendo la venta y comercialización de los materiales naturales.

Lo que desde mi perspectiva ha mejorado el proceso, son las tecnologías en herramientas que pueden hacer que el proceso sea más rápido.

He tratado de rescatar todo el conocimiento posible, a través de escritos y videos a los mayores de mi familia, para poder transmitirlo a las personas más jóvenes de esta, y así compartir el conocimiento e intentar colaborar con la continuidad del patrimonio inmaterial cultural.

En mi familia el uso de la jícara ha pasado de generación en generación, mis bisabuelos son oriundos de Nicoya, y son descendientes de pueblos originarios chorotegas. Mi abuela “Zoila” que vive en Liberia, nos relata historias donde la jícara siempre fue un complemento indispensable en la vida diaria de los guanacastecos de la época. Mi abuelo liberiano también nos cuenta como la jícara se utilizó en trabajos no solo doméstico si también agrícolas, como los “pazcones” (jícaras con agujeros) que se usaban para esparcir las semillas de las plantaciones. En los trabajos cotidianos de mis tías y mi mamá siempre estuvo el trabajo de la jícara. Se les pedía sacar “las tripas” (semillas internas) cortarlas, y hacerles los agujeros. Las utilizaban de tazas, coladores, tapas de jarrones, platos, cucharas, y muchos otros utensilios de cocina y de limpieza. Con mi familia, mi mamá se encargó de mantener el patrimonio cultural inmaterial a través de sus narraciones e historias de las experiencias en las que se trabajaba con estos frutos. Por mi parte, estuve aprendiendo sobre cómo trabajarlos a través de prácticas con mis abuelos.

El principal motivo para participar del certamen es poder visibilizar esa historia familiar.
A través de las narraciones de mi familia, tías, abuela y madre, me han contado de la importancia de los materiales naturales, como la jícara para generar objetos utilitarios para el uso del día a día, y me parece muy importante como diseñadora poder encontrar formas de producir objetos por medio del respeto ecológico y la transmisión de las técnicas artesanales que representen a mi comunidad y mi identidad costarricense."

Fuente y fotografías: Certamen Nuestras Artesanías Tradicionales, Edición 2023 “Jícaras: Legado y Tradición”.

María José Castillo Morales

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