De familia titiritera, Fernando nació un 11 de enero de 1964 y creció acompañado de marionetas. Su padre, tíos y hermanos hacían títeres, además, un tío tenía un teatro en donde todos actuaban.

A sus 7 años Fernando se fue integrando a ese mundo y empezó en la televisión en blanco y negro, del canal 13 de Santa Fe, Argentina. Poco a poco este argentino empezó a especializarse más en el arte del titiritero, así que realizó cursos como mimo clásico, cursos de títeres, teatro y de danza para niños. A sus 12 años tuvo su primera recaída como artista. Una fuerte crítica de su madre fue suficiente para dejar de hacer lo que hacía durante 6 meses. Fernando realizó en televisión unos mimos malos, y producto de eso su madre le hizo ver que ese tipo de cosas no caracterizaban a la familia y que esas acciones no eran dignas de los Thiel.

Para Fernando las recaídas son buenas, porque sirven para reflexionar, tomar una pausa, mejorar y levantarse. Su necesidad de contar las cosas y conectarse de nuevo hizo que renaciera y que nunca más volviera a caer. El arte del titiritero, además de ser su gran pasión, fue su aliada en su lucha contra la dislexia lingüística. Gracias a este oficio puede redactar y expresarse mejor.

Su inspiración crece de su necesidad de decir algo y de reflejar la problemática social. Para él lo más lindo es conectarse con otros y que sea visto como un maestro que enseña. En 1985, invitado por el Ministerio de Cultura y Juventud, Fernando Thiel llegó a Costa Rica, y además de enamorarse del país, encontró el amor en una costarricense. Ambas cosas fueron suficientes para no regresar a su natal Argentina.

De sus más de 4000 presentaciones y 15 obras, para este titiritero y estudiante de Sicología, su obra clave es “Cocinando sueños” (1990). Este espectáculo trata de un cocinero italiano q hace recetas como gigante enamorado, zapato viejo con salsa, con chorizo de perro, entre otros. El secreto de la obra es dar un mensaje de que hay que ponerle salsa a la vida. Para Fernando este trabajo es importante porque es muy espontáneo, con mucha improvisación y lleno de alegría. También, con “Cocinando sueños” ganó el Premio al Mejor Actor en Perú, en 1990.

Fernando recuerda que en su presentación en ese país, el teatro albergaba a 900 personas, y todas se levantaron y empezaron a brincar y a bailar. También en México recibió las mejores críticas. Su trabajo es reconocido por muchos, algunas de sus obras han sido presentadas por algunos grupos en el extranjero. Por ejemplo, la obra “El miedo se durmió” fue utilizada en Miami y Guatemala; “Opalin y el diablo” ha sido montada en Cuba y Venezuela. Festivales y premios de un titiritero.

Algunos de los festivales costarricenses en los que Fernando Thiel Furlano ha participado son:

Primer Festival de Payasos
Festival Internacional por la Paz
Festival Internacional Grano de Oro
Festival Nacional de las Artes
Festival Internacional de las Artes-Serie de festivales de diferentes teatros de Costa Rica

A nivel internacional Thiel ha estado en diferentes países como Argentina, Chile, Perú, Colombina, Venezuela, México, Estados Unidos, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala. También este titiritero ha recibido algunas premiaciones como:

Mejor Actor, en el Festival Infantil de Necochea, Argentina. (1985)
Premio al Mejor Actor, Perú. (Cocinado Sueños, 1990)
Premio al Mejor Espectáculo Infantil, otorgado por la Asociación de actores de Costa Rica. (Cocinando Sueños, 1995)
Reconocimiento por el apoyo al Arte, otorgado por la Escuela José Figueres Ferrer, de Sabanilla, Costa Rica. (2005)
Reconocimiento como pionero de las artes costarricenses, otorgado por el Ministerio de Cultura y Juventud. (2007)
Premio Lámpara Dorada por su carrera desarrollada en Costa Rica, otorgado por el Colegio Canadiense en Costa Rica. (2007)

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Fuente:

Información proporcionada por el señor Fernando Thiel Furlano

Reseña elaborada por la señora Ersilia Zúñiga

Fernando Thiel Furlano

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