Con tan solo 10 años de edad, a esta puntarenense le despertó el interés por ayudar a los demás. La muerte de una vecina fue el detonante.

La pequeña Fanny no lo pensó dos veces para realizar una colecta en el barrio para poder ayudar con los gastos del velorio y el entierro. Al ver a la familia contenta por su gesto en medio de ese dolor, hizo que Fanny quisiera seguir ayudando en lo que le fuera posible.

Dos años después Fanny intentó ingresar a la Cruz Roja, pero su corta edad no se lo permitió, así que ofreció su ayuda barriendo las instalaciones. Para ella la meta era aportar un granito de arena con lo que fuera. Conforme iba creciendo, Fanny intensificó su apoyo, en el colegio colaboró a través del comité de ayuda, y de adolescente ingresó a la Sociedad Juvenil de Palmar Norte, en donde fue miembro activa.

Esta puntarenense, nacida el 15 de marzo de 1968, se preocupa por ayudar a su comunidad, por eso es considerada una promotora comunitaria que por medio del voluntariado realiza gestiones para que los más necesitados obtengan alguna ayuda.

Como coordinadora del Consejo de Desarrollo Humano analiza la situación de las personas para que los recursos del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) lleguen a los más necesitados.

Para Fanny la población más necesitada son las personas de la tercera edad. Por este motivo ella realiza con ellos reuniones para que tengan un rato para distraerse, además, busca recursos para que estas personas puedan hacer viajes recreacionales. Por ejemplo, gestionó con el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor y Ageco ayuda con transporte para poder realizar un viaje fuera de Puntarenas.

Fanny aún no puede olvidar la cara de felicidad del grupo de baile folclórico Canitas del Térraba al participar en esa actividad. Ella es quien organiza y entrena a este grupo de adultos mayores.

Sus cursos realizados en el Instituto Nacional de Aprendizaje, como Relaciones Humanas, Administración de las Pequeñas y Medianas Empresas, Emprendedurismo, Liderazgo y Gestión de Presupuesto, ayudan a Fanny en su labor de hacer las cosas bien en beneficio de otros.

Según Fanny, la negligencia de algunas instituciones que no hacen lo que podrían hacer, la estimula para seguir adelante y tener el placer de ver a la gente agradecida y contenta. Por eso su mayor dicha es darse cuenta que ella ayudó a una persona a superar determinado problema. Su constante lucha es lograr que las instituciones estatales y las demás personas de su comunidad se involucren con la ayuda social. La tarea no es fácil, en ocasiones el dinero impide realizar algunas cosas y además, nunca falta una crítica poco constructiva. Moralmente está comprometida con lo que hace y con las personas, siente que si ella no lo hace, nadie más lo va hacer, por ese motivo no puede dejar de ayudar y con esto echar abajo la confianza que muchos depositan en ella.

Fanny es una reconocida promotora cultural en su comunidad y ha sido por tres años parte del proyecto “Talleres Artístico-Culturales con Personas Portadoras de Tradición”, el cual impulsa la Dirección de Cultura del Ministerio de Cultura y Juventud mediante su programa Cultura y Educación.

También realiza artesanía en jícara y bambú. Su mayor sueño es lograr ser funcionaria del IMAS y fundadora de un centro recreativo para personas mayores. Este último es su mayor reto a vencer.

Para Fanny el premio más valioso que ha obtenido es seguir con salud para continuar adelante, además de tener paz porque a nivel moral y espiritual no tiene problemas, ya que nunca ha tenido malos pensamientos para hacer algo en beneficio propio.

Fuente:

Información proporcionada por la señora Fanny Baltodano Carrillo

Reseña elaborada por Ersilia Zúñiga

Fanny Baltodano Carrillo

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