La Monta de toros es una actividad que tiene una convocatoria importante en la comunidad, que se reúne a disfrutar de un espectáculo que requiere valentía, humildad y destreza por parte de los montadores. Se entrelaza estrechamente con la ganadería, una actividad productiva fundamental en el cantón, consolidándose como una manifestación cultural que fusiona tradición, la emoción del espectáculo y arraigo comunitario.

Para su desarrollo se necesita la cuidadosa elección de toros cuyo peso llega hasta los 450 kg, que suelen contar con rigurosos cuidados incluyendo la administración de sueros, una dieta adecuada y atención médica para garantizar su rendimiento óptimo. Los implementos necesarios que utilizan los montadores son: las espuelas en sus tres estilos distintivos (corrediza, espuela fija y espuela corrediza liberiana), mecate, pretal y manilas. Además, el uso de equipo de seguridad, como cascos y chalecos, se ha implementado con el tiempo para proteger a los participantes en esta arriesgada práctica. Los montadores solían elegir a sus toros, pero en la actualidad, se da cada vez con más frecuencia la asignación azarosa del toro mediante rifas. Esto agrega el elemento de incertidumbre, ya que desconocen si se enfrentarán al toro más peligroso o al más manso.

La coordinación y precisión en una corrida de toros en los diversos roles es muy importante por el riesgo que implica la actividad. Además de la figura del montador y el lazador falcero de puerta hay un grupo de personas que ejecutan cada una las siguientes funciones: soltar la puerta, abrir la puerta, soltar el toro, poner el pretal al toro, poner la abridera, y meter al toro después de la monta. Cada persona debe de estar preparada para su labor y se debe mantener una comunicación para que cada tarea se ejecute en el momento justo, y para algunas de las tareas, de forma sincronizada. De no hacerse en forma correcta, las consecuencias pueden ser fatales.

La monta además de ser un atractivo que disfrutan las comunidades de La Cruz en sus festividades, se ha convertido en un medio que tienen las organizaciones para atraer a sus habitantes y contribuir a proyectos de bien común. La participación en actividades taurinas a nivel nacional refleja el orgullo y la representación de la comunidad de La Cruz en otras regiones del país.