Sirena de Esterillos

Historia contada por Don William Berrocal y doña María Isabel de Garabito.

Ellos compartieron la historia en el marco de recopilación de información para el inventario cultural de Garabito, 2024.

Este relato que, aunque no pertenece geográficamente a la jurisdicción administrativa de Garabito, forma parte de las narrativas que emergen en la región gracias a su cercanía y al profundo vínculo con el mar.

La sirena de Esterillos es mucho más que una estatua; es un símbolo cargado de historias, desafíos y un profundo vínculo entre la comunidad y el mar. Su presencia, aunque aparentemente sencilla, está rodeada de un relato fascinante que combina leyenda, sueños y una planificación técnica impresionante.

Fernando Mora, el impulsor de este proyecto, se inspiró en un sueño para dar vida a la estatua. "Él se soñó con una sirena y, raíz de eso, se le metió la idea de montarla," cuentan los habitantes, destacando cómo un sueño fue el punto de partida para una obra que se ha convertido en un ícono de la región. Motivado por esta visión, Fernando se embarcó en la tarea de buscar escultores y especialistas que lo ayudaran a materializar su idea.

Sin embargo, la instalación de la sirena no ha sido un proceso sencillo. La primera versión de la estatua sucumbió ante las fuertes mareas, lo que obligó a replantear su colocación. Actualmente, la comunidad y los encargados del proyecto están trabajando con extremo cuidado para asegurar que esta vez la sirena permanezca en su lugar. "Tienen que esperar una marea especial porque tienen que trabajar mucho allá adentro," explican, refiriéndose al nivel de precisión necesario para colocar la estatua en su base. Se utiliza un cemento especial con aditivos que garantizan su resistencia, y la estructura será transportada cuidadosamente con una grúa para ser instalada durante una marea baja favorable. "Ellos están midiendo esa marea... para sembrarla y que dure bastante," añade Fernando.

El costo de la sirena también refleja la magnitud del proyecto. Se estima que su construcción e instalación ascienden a $20,00, una cifra significativa que muestra el compromiso detrás de esta iniciativa. "Montarla no es fácil... tienen que hacer un bajo para aislar el agua y trabajar mientras la marea baja," explica Fernando, resaltando la complejidad técnica del proceso.

Cerca de la sirena, otra obra complementa la narrativa del lugar: una pareja esculpida directamente en una roca. Esta escultura, según la comunidad, fue creada con tanto detalle y esfuerzo que ha resistido el paso del tiempo y las condiciones del mar. "Esa historia la cuenta Fernando porque él sabe cuánto tiempo y esfuerzo le tomó al escultor," mencionan, subrayando cómo ambas obras se han convertido en puntos de interés que atraen a turistas y locales por igual.

La sirena y estas esculturas son más que simples adornos; son testimonios del ingenio, la creatividad y la conexión de la comunidad con sus leyendas y el océano. Hoy, la sirena de Esterillos sigue siendo un referente cultural, no solo por su belleza y simbolismo, sino también por el esfuerzo y la dedicación que han hecho posible que continúe inspirando a quienes la visitan.

Historia comunal de la Sirena de Esterillos

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