La comunidad bribri de Kéköldi solía crear herramientas para “montear” o cazar animales en momentos en que la caza de subsistencia era necesaria para lo cual cuentan con conocimientos en la creación de algunas herramientas como el arco y flecha, las hondas o resorteras, cerbatanas, chuzos y balines de arcilla.

El documento, Los bribris y Cabécares de Sulá, (Dirección de Desarrollo Curricular del Ministerio de Educación Pública, 2017) menciona que el arco y la flecha se usan hoy para el deporte recreativo; sin embargo, en épocas anteriores cumplía dos funciones: “la caza de animales y además era el arma para la guerra contra los colonizadores, por ello los colonizadores los llamaban “los flecheros” (p. 68).Actualmente, estas herramientas no se fabrican con esos fines en la zona sino como un souvenir, para deporte recreativo en juegos olímpicos o exhibición a turismo en la zona. Al resignificar su fabricación y uso, estas han adquirido una mayor dificultad en su fabricación. Por ejemplo, la obtención de materiales como el barro para los balines se ha vuelto más difícil, especialmente para su uso, puesto que se manejan arcilla de cuatro tipos distintos, con preferencia por la arcilla negra, que es la más pesada para hacer los balines más fuertes.

De manera similar, la madera de los arcos, flechas, hondas o resorteras, chuzos y cerbatanas puede presentar obstáculos, ya que se consigue solamente en ciertas zonas del territorio. A pesar de esto, la comunidad indígena de Kéköldi sigue manteniendo dichos conocimientos, puesto que algunas de las maderas y materiales utilizados para la elaboración de estas son: la madera de pejibaye, caña brava, cabuya, flor de una caña silvestre y chonta dura.

Además, algunas herramientas como el arco y flecha se utilizan en ocasiones para pescar tal como lo mencionan algunos relatos. Incluso, cerca de las costas de Kéköldi, se utilizaban para cazar grandes cocodrilos, y “las puntas de las flechas para pescar eran de madera de palma con 2-4 pies[1] de largo como tamaño promedio de las flechas, y con una, dos o tres muescas, así como redondas” (Gabb; 1875, citado en Montoya et al., 2005).

La elaboración de cada una de estas herramientas es resguardada a nivel comunitario, y en algunas ocasiones se tienen técnicas distintivas para cada herramienta, se le agregan personalizaciones en ocasiones y pueden tardar en crearse desde horas en un mismo día o, según su funcionalidad, varios días dependiendo de la obtención de materiales y procesos propios de la herramienta.

 

[1] Unidad de medida es la original de la fuente. No se presenta conversión a unidad de medida del Sistema Métrico Internacional puesto que, dada la antigüedad de la fuente que cita Montoya et al. (2005), podría hacerse una conversión errónea.