Las habilidades artesanales con la fibra del árbol de majagua han constituido una parte fundamental en las vidas de aquellos que se dedican a esta labor, incluso desde su infancia. Las bases de esta tradición se han transmitido de generación en generación, pues han observado cómo las familias elaboraban fibras a partir de diversos árboles y arbustos, como la pita, que es abundante en las montañas.

Estas fibras tenían aplicaciones utilitarias, desde amarras para tamales hasta mecates para animales domésticos. La transformación de la fibra comienza con la selección cuidadosa de la textura y el ancho de las fibras, y se determina su uso final. Después de cortar y procesar la fibra, se realiza una tarea de lavado y remojo antes de secarla para su preparación. La elección de la textura y grosor depende del producto final deseado: fibras suaves de 7 o 5 hilos para bolsos de trenza, y fibras duras o gruesas para lámparas o individuales de mesa, que requieren una estructura de madera adicional.

Anteriormente, la obtención de esta fibra era sencilla debido a la presencia silvestre del árbol de majagua en la región. Sin embargo, el aumento de la demanda de productos artesanales ha llevado a la siembra planificada de estos árboles por parte de aquellos que la utilizan, con lo cual se asegura un suministro sostenible. El cuidado y el cultivo apropiado –que incluyen el trasplante y la aplicación de abono– contribuyen al crecimiento óptimo del árbol que garantiza una mayor producción de fibra.

El uso de la majagua y fibras similares se remonta a generaciones anteriores en estas comunidades, donde se elaboraban productos como bolsos y mecates. Las nuevas generaciones han transformado esta tradición, han creado diseños con identidad local, inspirados en el pasado con un remozamiento que no modifica su sentido utilitario. Canastas, bolsos, bisutería, alfombras y lámparas se tejen con un profundo sentido de la historia y la identidad local.

La familia que se dedica a trabajar esta fibra sigue rasgos de la tradición, pero también se adapta a las demandas contemporáneas. Su trabajo es por encargo y las piezas resultantes se envían a diversas partes del país, incluidos empresarios turísticos locales que valoran y comercializan estas piezas únicas. En este delicado equilibrio entre tradición y adaptación, la artesanía en majagua mantiene su estatus como un arte que se fundamenta en rasgos de la identidad local, con proyecciones que se extienden a otras partes del país.

Artesanía en majagua

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