Estacelebración se efectúa el primer domingo del mes de setiembre. Es la pasada de la Virgen de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen a la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles.

Vísperas del primer sábado de setiembre, en 1892, las gentes de Matina, de Los Guayabos (Turrialba), Tucurrique, Pacayas, Orosi, Cachí, Paraíso, San Antonio de Cot, Tierra Blanca, Tobosí, La Banderilla, Tres Ríos, Desamparados, San Pedro del Mojón, Arenilla de San José (San Isidro de Coronado), Aserrí, Escazú, Barva, Río Segundo de Alajuela, Pacaca, Puriscal, Esparza, Atenas, San Mateo, Puntarenas y otros sitios, distantes, ya se hallaban o iban llegando con sus morrales y sus alforjas a Cartago.

Entonces no había otro tren que pitara que el que llegaba a Cartago por la tarde y había que ver los carros llenecitos de josefinos y de cartagos que se dirigían a la metrópoli para presenciar la Pasada.

A las seis de la tarde, la ciudad enfarolada, llena de gallardetes de colores, con arcos de uruca y de pisco en sus calles principales, con músicas por montones parecía despedir por esa noche sus nieblas sempiternas, para dar huelga a la parranda.

Es tradicional que los agricultores de toda la provincia desfilen con sus carros, tractores agrícolas y carretas de bueyes, cargados con los productos que les da la tierra, los que luego son subastados para recoger fondos que sufraguen los gastos de la celebración.

Segunda pasada de la Virgen de los Ángeles

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