Rafael González es artesano tallador de máscaras y cestero del pueblo indígena Boruca en el territorio de Rey Curré, se ha destacado por la elaboración de la tradicional “Cabeza del toro” en el juego de los diablitos labor que ha llevado a cabo por más de 31 años, miembro del consejo de educación y comprometido con el desarrollo de su comunidad.

Descubrió su habilidad en la talla de madera para la fabricación de máscaras de forma accidental, pues en una ocasión durante los preparativos para el tradicional Baile de los Diablitos en Curré faltaba la cabeza del toro, la cual es una de las máscaras más representativas de esta tradición, instintivamente tomo sus herramientas y elaboró la pieza con tal habilidad que todos quedaron sorprendidos, pues él vivía en la montaña dedicado a la agricultura y el ganado sin instrucción en esa técnica de tallado.

En poco tiempo organizó un grupo de niños de la comunidad para enseñarles el oficio, hoy les enseña a los nietos de los primeros alumnos, sin recibir ninguna remuneración pues considera que es un deber trasmitir el conocimiento a las nuevas generaciones para mantener vivo dicha tradición.

En el caso del conocimiento de la cestería, don Rafael aprendió a fabricar un tipo tradicional de cesta llamada jaba. Se vio en la necesidad desde muy pequeño a aprender a fabricar jabas, puesto que este tipo de cestas eran las empleadas en las tareas de acarreo de los productos agrícolas en época de cosecha hace muchos años atrás, aprendiendo la técnica de su padre en 1959, ese proceso de aprendizaje no fue complejo para él, pero era obligatorio para esa época, porque las jabas eran necesarias para el trabajo en la casa. El bejuco empleado para elaborarlas se saca de la montaña, él se encarga de la preparación de esa planta para fabricar la jaba.

Don Rafael comenta que en principio la fabricación y uso de las jabas era para utilizarlas en labores agrícolas, pero hoy en día ese uso ha cambiado puesto que con el paso del tiempo se ha descartado este uso desplazándolo por cestas o envases plásticos para evitar el trabajo de extracción y tratamiento del bejuco, volviéndose la jaba un instrumento decorativo principalmente en los festivales, que se ofrece como un recuerdo.

También, como con la técnica de tallado en madera, con el conocimiento en la fabricación de jabas, don Rafael espera que ese conocimiento no se pierda, por ello ha brindado talleres a niños y jóvenes de la comunidad para poder enseñar como es el proceso de fabricación de las jabas.

Su destacada labor en la comunidad y habilidad artesanal le ha valido un reconcomiendo por parte de la Universidad Nacional de Costa Rica, ha viajado representando la cultura del país a Chile auspiciado por la Universidad Católica de Chile, además a España y México.

Sus piezas elaboradas a base de maderas como cedro, guanacaste, juanillo, ron ron e iguano, han sido enviadas a Suiza y Canadá. Dentro del país es posible adquirir sus artesanías visitando su taller ubicado en su casa de habitación o por encargo telefónico y enviadas en encomienda.

En el año 2021, buscando dar a conocer un poco más de las tradiciones y artesanías del pueblo Boruca, don Rafael participo en el Certamen Nuestras Artesanías Tradicionales, Edición 200 años de Costa Rica: Cestería, “Entrelazando Saberes”, exponiendo un conjunto de 4 jabas.

Rafael González Leiva

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