Luz María Monestel Villalobos

Cuando era una niña de 11 años recibió de su abuela los conocimientos del arte de la confección de ropa, a los cuales les ha sabido sacar provecho, ya que, no solo confecciona la ropa de su familia, sino que gracias a este oficio obtiene ingresos económicos. 

“Las personas me piden un vestido, ellas me traen la imagen del que quieren o bien yo lo visualizo en mi mente, les doy la idea de lo que creo que andan buscando y le tomó las medidas y procedo a conseguir la tela para hacerlo.”

Su sello son los detalles que logra, ya que:

“…soy muy cuidadosa en hacer las costuras, busco que se vean estéticas, si debo le pongo pedrería, se la pego a mano o bien algún accesorio que lo haga ver más elegante.”

En su labor la acompañan máquinas de coser, tijeras, un centímetro, hilos, telas de acuerdo a lo que la persona necesita, pedrería como cristales, aplicaciones en encaje y flores hechas a mano.