Una de las actividades más antiguas a nivel económico presentes el cantón de San Carlos es la ganadería, la cual, cuenta con registros históricos desde finales de siglo XIX. En esos primeros años, y por las necesidades de subsistencia que presentaba la zona, las primeras familias pobladoras utilizaban el ganado vacuno para obtener carnes y cebo con el cual fabricar candelas para iluminarse por las noches.

En el caso del ganado porcino, además de la carne también aprovechaban la grasa para cocinar. Paulatinamente, estas familias comenzaron a tener opciones para crear negocios con el ganado, pasando del autoconsumo a la venta de productos, con lo cual, surgen en la zona haciendas ganaderas de renombre, tales como: La Josefina, La Vieja, Hacienda Quesada, etc.

No obstante, no es hasta mediados del siglo XX cuando comienza el auge del movimiento ganadero en la zona, con la creación de la Cámara de Ganaderos de San Carlos en 1956 para atender las necesidades de las familias ganaderas del cantón. La misma inicia con 52 asociados y permitió expandir la ganadería a nivel regional.

Con el paso del tiempo la práctica ganadera se fue especializando en producción de leche y carne. Tanto que, en la actualidad más del 50% de la carne que se consume a nivel nacional proviene de la zona sancarleña.

Uno de los principales riesgos que presenta la ganadería en los últimos tiempos es la pérdida de terrenos producto de la expansión de cultivos como la piña y cítricos, presentes en la zona. También preocupa el huerto de ganado, actividad ilícita a la cual se ven gravemente expuestos los pobladores del cantón.

Fotos con fines ilustrativos