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Historia de las Cimarronas

  1. Datos generales
  2. Ubicación
Categoría:
Expresiones artísticas-culturales tradicionales

Contacto

Teléfono de trabajo:
SD
Ubicación:
San José, San José, Carmen
Lugar donde se realiza:
Propia del folclor de diferentes cantones y pueblos de todo el país de Costa Rica

    Descripción

    Historia de las Cimarronas

    Las cimarronas nacen por la necesidad de amenizar los turnos, carreras de cintas, topes, actividades religiosas, ferias y fiestas patronales. Su origen proviene de las desaparecidas Bandas Municipales, donde sus músicos formaban pequeñas bandas que se reunían a interpretar diversos ritmos que no podían tocar dentro de la Banda Municipal. A estos pequeños grupos de músicos improvisados se les denominaba “Cimarronas”, este término se les otorgó en referencia a los animales cimarrones que a su vez se llaman así por el escándalo que producen, además de su semejanza al ganado cimarrón que anda en manadas o, en este caso, en grupos. "Las Cimarronas son los grupos musicales más costarricenses por que nacen y hacen su música en la cuna de nuestros cantones sin tener tanta influencia exterior como el resto de nuestro folklor." (Mauricio Jiménez Díaz, 2013)

    Estas primeras cimarronas se popularizaron ya que se trasladaban de un lugar a otro buscando actividades de todo tipo para poderlas amenizar, no de forma comercial, sino por alguna remuneración voluntaria y por la diversión que les generaba. Estas cimarronas estaban conformadas por excelentes músicos que tocaban instrumentos de viento y percusión muy variados, siendo algunos de estos artistas compositores, que hacían su propia música. Gracias a la versatilidad de dichos músicos es que podían adaptar otros ritmos tropicales a su interpretación y arreglar temas para todo tipo de actividades: bailes folklóricos, eventos religiosos como procesiones y marchas fúnebres de semana santa, bailes, Dianas, desfiles de mascaradas, fiestas patronales, música para el 15 de setiembre y otras. Es así como nacen las cimarronas como tales, dedicadas a interpretar sus canciones y ritmos originales para entretener al público durante los diferentes eventos y festejos.

    Legado Cultural

    Lo más valioso de las cimarronas como legado cultural es su música, tan variada como original, ya que cada banda componía sus propias canciones y las interpretaba a su manera, según los músicos e instrumentos con los que contase. A partir de estas obras nacen nuestros ritmos más tradicionales, como lo son: Las Parranderas, La Danza, La Contradanza, El Pasillo, El Tambito, La Jota y el Vals Jota, estas últimas utilizadas en mayor parte para interpretarse durante el baile de las mascaradas. Un dato interesante dentro del entorno cultural de las cimarronas son los nombres con que titulaban las canciones, con temas de animales, personajes reconocidos de la región, el nombre de dicha zona, palabras o frases populares o solo con curiosidades. Entre los nombres de canciones se pueden contar: La Flaca Varela, La Lagartija, El Brinco del Sapo, Cuatro Gatos, Charamandusca, Güevón, La Bomba, La Jota Ramonense, El Corrido de Orotina, La Danza Domingueña, entre otros.

    Un factor relevante es que la música de cimarrona en su mayoría ha sido enseñada de músico a músico y generación a generación, sin alguna partitura o material tangible. Es así que resulta difícil preservar las canciones sin partituras, aunque a su vez esto realza el valor cultural y el gran legado de los músicos cimarrones, que crearon un género musical que hoy es el folklor de Costa Rica. Alejandro Tosatti (1991) explica que “Tocan de oído y su música es tradicional en cuanto corresponde a un proceso de transmisión y selección que se opera ‘naturalmente’. Esta es una agrupación que representa lo mejor de la tradición oral en el campo de la música.”

    Actualidad

    Sin embargo, muchas de las cimarronas actuales han perdido su esencia, ya que los habilidosos y versátiles músicos de antaño ya no son quienes conforman estos grupos, sino jóvenes estudiantes o miembros de una misma familia o barrio, donde hay un director, por lo general estudiado en la música o con mucha experiencia, que dirige a los demás intérpretes más jóvenes. Esto ha conllevado que la calidad de las interpretaciones sea de menor nivel que las de hace 100 años. Además las composiciones de antes marcaron nuevos ritmos y canciones que han perdurado por generaciones, aunque bien es cierto que aquellos músicos mezclaban otros ritmos en sus tonadas, lo hacían con pericia y habilidad y nunca para opacar el ritmo original, sino para armonizar y elevar el ambiente festivo y la intensidad de los bailes. Muchas cimarronas actuales se han basado en ritmos tropicales, dejando a un lado el corazón del folklor musical heredado a todos los costarricenses.

    La problemática actual que sufren las cimarronas es la competencia que tienen. Aunque si bien es cierto estas agrupaciones siguen amenizando fiestas patronales y ponen a bailar a todas las cimarronas en actividades culturales y tradicionales, muchas otras agrupaciones, como mariachis y comparsas, se han adueñado de eventos como quince años, mientras que bandas y djs entretienen al público en otras fiestas. La cultura ha cambiado, la tecnología permite poner música grabada a través de un parlante y listo. Pero siempre va a existir cabida para las cimarronas, portadoras de muestra identidad musical y folklor festivo.

     

    Jiménez-Chanto, Mauricio. (2016). Identidad Visual de la Feria Nacional de la Mascarada en Barva de Heredia. Proyecto de Graduación para Bachillerato. Universidad Creativa.

    Jiménez-Díaz, Mauricio. 2009. Haciendo Alegrías. Imprenta Nacional, San José, Costa Rica.

    Tosatti, Alejandro. (1991) Máscaras Tradicionales Festivas del Valle Central de Costa Rica. Ministerio de Cultura y Juventud. San José, Costa Rica.

    Archivos adjuntos

      Autor de la ficha: Mauricio Jiménez Chanto

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