Sala Garbo

El 7 de Mayo de 1977, se inaugura la primera sala de arte y ensayo de Centro América: la Sala Garbo, de la mano de Istmofilm, la primera productora cinematográfica del istmo.

Personalidades de la cultura nacional se unieron para crear lo que sería la cuna de la cultura del séptimo arte: los escritores Carmen Naranjo, Sergio Ramírez y Samuel Rovinski; los cineastas Antonio Iglesias y Oscar Castillo; y el director de teatro, Nicholas Baker.

Tanto la producción como la exhibición fueron los objetivos primordiales de estas dos empresas. Abrir el lente de sus proyectores y enfocar las imágenes, sobre su pantalla, de una cinematografía mundial, que en aquel entonces hacía visitas muy esporádicas a los cines nacionales.

Títulos que forman parte de la memoria de quienes fueron testigos de su inauguración y fieles seguidores desde entonces: Derzu Uzala, El Espíritu de la Colmena, Ifigenia, Los Duelistas, Overlord, para mencionar algunos. Año a año se han proyectado festivales de cine soviético, búlgaro, húngaro, checoslovaco, cubano, brasileño, español, francés, italiano, sueco, noruego, alemán, indio, colombiano, coreano y japonés, viajando desde las butacas a mundos y culturas tan diversas como enriquecedoras.

Grandes estrellas del firmamento fílmico han visitado e inaugurado sus obras en este cinematógrafo: como los directores: Humberto Solás, (Cuba), Juan Carlos Tabío, (Cuba); Julio Medem (España); Carlos Saura (España); Andrei Zvyaquintsev, (Rusia); Pedro Armendáriz Jr. (México); Oliver Stone (EEUU); Miguel Littín, (Chile); Peter Lilienthal, (Alemania) y Peter Brook (U K ). El escritor Antonio Skármeta y los actores Eduardo Palomo, Penélope Cruz entre otros.

En 1977 la Sala Garbo corrió sus telones para brindar al público LA PRIMA ANGÉLICA dirigida por Carlos Saura. A partir de entonces no se han apagado los proyectores, ni se ha cerrado el lente. Día a día, fiel a su compromiso, se continúa proyectando las películas provenientes de todos los rincones del planeta.

No obstante, aunque se proyecta gran cantidad de material extranjero, la cinematografía costarricense no se ha dejado de lado y también se ha proyectado lo hecho en casa. Entre ellas destacan: La Guerra de los filibusteros, Nicaragua Patria Libre o Morir,  La Insurrección, Senda Ignorada y Password.

La empresa Exhibidora Cinematográfica Garbo S.A. más conocida como La Sala Garbo ofrece cuatro tandas de lunes a domingo, estas varían de acuerdo a la duración de cada película. Por ejemplo, si la proyección es menos de dos horas hay funciones a las 3, 5, 7 y 9 pm; pero si la película dura más de dos horas las tandas son a las 2:30, 4:45, 7 y 9:15 pm.

Cientos de personas llenan las butacas de la Sala Garbo, la cual hasta hace un año contaba con 250 butacas, pero redujo su capacidad a 194 butacas con el fin de ampliar el espacio entre las filas y brindar mayor comodidad.

La cantidad del público que asiste depende de la programación y lo favorable del clima. Al mes se recibe en promedio a mil personas.

Este edificio se comenzó a construir en el año 1976 y se terminó en 1977. Desde que se inauguró la Sala Garbo cuenta para la proyección de la película, con una sola planta de 320 metros cuadrados. El segundo piso es utilizado para las oficinas administrativas.

Además, la Sala Garbo tiene una entrada de 2 m x 2,5 m, dos salidas y una puerta de emergencia. Su diseño responde al propósito exclusivo y específico para proyecciones cinematográficas, las cuales se realizan con un equipo de 35mm.

Por otra parte, la Sala puede ser alquilada para proyecciones privadas o actividades relacionadas. El valor de su alquiler depende si es una institución de beneficencia o privada, y los fines de ésta. Los precios pueden oscilar entre los $200 en horas fuera de programación, a $500 si hay que cancelar funciones.

Disfrutar del cine independiente es muy sencillo. La Sala Garbo está ubicada en la Calle 28, Avenida 2, o bien 100 metros al Sur, de la Pizza Hut, en Paseo Colón. Desde San José centro, se puede tomar el autobús de Sabana Estadio, el cual hace una parada frente al cine.

Para los usuarios que vienen en vehículo propio, frente a la Sala Garbo está el Parqueo Don Tomás, que brinda el servicio para mayor seguridad. Sin embargo, el cliente debe pagar el uso del mismo porque no forma parte de las instalaciones del cine.

Fuente: Información proporcionada por la señora Nicolette Baker Manley