Lorenzo Elizondo Oliverio

"Me contenta ver que no se termina, los güilitas ya desfilan con los bueyes"... "me alegra ver el desfile en Miramar, yo digo que no, no se termina esto, por suerte", sentencia.

Así, sencillo, directo y enérgico, se expresa Lorenzo Elizondo Oliverio, este roble miramarense, nacido en Río Seco de Miramar de Montes de Oro en 1937 con el convencimiento de que su pasión se mantendrá por siempre y podrá enfrentar el desarrollo tecnológico.

Con la herencia criolla de Don Julían Elizondo Valverde y la sangre italiana de su madre Doña Rosa Oliverio Vargas, la vida de Don Lorenzo siempre ha estado ligada al trabajo del campo, disfrutando su entorno con los que han sido sus fieles amigos desde la infancia,  los caballos, que le han deparado el ser uno de los costarricenses con más kilómetros recorridos a caballo, por su afición a las cabalgatas y los bueyes.

Desde niño arriaba bueyes en el trapiche donde se procesaba el dulce para el gasto de la familia, y más adelante transportando madera hasta el aserradero, o arando la tierra para sembrar, maíz, arroz, sorgo o cualquier otro producto, rememora.

Cuenta que según fue creciendo, su padre, les enseñaba a él y a sus seis hermanos todos los secretos para que cada uno amansara y poseyera su propia yunta de bueyes.

Aquí; retrocede al pasado recordando esos momentos y exclama ¡Que bonito tener mi yuntica! y agrega ¨la alegría era grande cuando se decía que iban a poner a moler a los bueyes de uno¨

El camino ha sido largo. A la par de su esposa Vera Virginia Arguedas Arias, quien era amiga de la familia Elizondo Oliverio y que lo invitó a celebrar los quince años, dando paso a 8 años de noviazgo y 41 de matrimonio, ha tenido que soportar trances amargos, como el ocurrido la noche de luna llena del 2 de junio del 2004, cuando sus inseparables compañeros fueron robados del potrero y destazados sin ninguna consideración.

Del fondo de su corazón el sufrimiento aflora, al recordar como le enseñó al bota loca y al chato a hacer fuerza y a obedecer sus ordenes. En una sola frase, que más parece un lamento, responde al cuestionamiento sobre lo que se siente ¨Haa.… no sea ingrato, que puede pensar uno cuando se comen un buey…¨

Su amor por los bueyes se sustenta en el entendimiento, que según su experiencia estos animales aprenden todo lo que se les enseña, desde obedecer ordenes simples para detenerse , levantar su testa o retroceder, hasta cómo transportar una carga pesada al transitar por una pendiente o dar un paseo.

Hoy, después de enseñar a sus dos hijos, Carlos Alberto y Guillermo Enrique, observa como sus nietos Kevin, Stephany y Carlos ya se ilusionan cuando ven al abuelo amarrando los animales.

Agradecido con el creador, expresa su orgullo por el reconocimiento que ha recaído sobre él y su familia al ser dedicado del desfile nacional de boyeros 2005. Para explicarse el motivo de su nombramiento exclama; ¨seguro de tanto ir a desfiles es que me dedicaron el desfile de San José¨ sostiene con modestia.

Su hijo Guillermo tercia para dar su opinión ¨en la vida las cosas no se dan de rebote sin que se las haya ganado, esto es un premio a una vida de boyero¨,  y agrega ¨es una cuestión que uno se siente orgulloso¨.

Para este homenajeado que sin dudas cataloga como ¨bonita huum, bonita, bonita la vida familiar¨ esta afición le permite desarrollarse íntegramente, por ser una actividad en la que es partícipe la familia completa y le ha deparado muchos amigos.

Igual criterio comparte su esposa quien dice sentirse alegre porque ella interviene como esposa ¨lo que más me agrada es ver a Lorenzo contento y ver como mis hijos se integran para que su padre esté feliz¨.

Por otra parte, Carlos es del criterio de que lo importante de esta designación nace por el conocimiento que tiene su padre de la realidad de los boyeros y más importante aun es el hecho de que él haya aceptado el honor, sabiendo que el nombramiento es ¨muy de cariño y de amistad, sin ningún otro interés de por medio¨

Su razonamiento tiene arraigo en un profundo sentido de convivencia que se desarrolla en este gremio, donde los desfiles han permitido despertar la actividad, dando paso a que diferentes actividades relacionadas con ellos repunten, tal es el caso de la construcción de carretas, yugos, chuzos y demás implementos necesarios.

Importante es recalcar la activa participación de la familias Elizondo Oliverio en la organización de los desfiles en Miramar, donde poco a poco se va dando paso a una tradición que sin lugar a dudas llevará a que año a año los boyeros costarricenses tengan un destino más, para mostrar las cualidades que reflejan el campesino de nuestro país y colaborar en el rescate de las tradiciones y buenas costumbres que siempre ha caracterizado a los costarricenses.

Estas características están reflejadas en don Lorenzo, que reclama un espacio más importante y una mayor participación de las autoridades nacionales para apoyar la actividad.

¨A mi me gustaría que al desfile nacional de boyeros le dieran tanta importancia como al festival de la luz¨ dice, al mismo tiempo que enfatiza en la importancia de que los medios de comunicación den su aporte a la promoción de esta actividad y los entes y organizaciones promotoras del turismo se interesen por aprovechar esta actividad que es única en nuestra región.

Rogelio Barrantes

Asociación Boyera Oromontana

Don Lorenzo es fundador de la Asociación Boyera Oromontana, creada en setiembre de 2005. Esta asociación organiza cada año un desfile de boyeros en Miramar de Puntarenas.

Fuente:

Información proporcionada por el señor Rogelio Barrantes

Fotos de Don Lorenzo tomadas de Facebook