Gerardo Valerio

Artista costarricense nacido en 1956, el comienzo en arte del Sr. Valerio data de sus primeros años escolares, obteniendo el primer premio de su vida al dibujar un retrato del presidente de Costa Rica, Sr. Jesús Jiménez, tal como apareció a principios de siglo. Es hijo del señor Oscar Valerio Rojas y Elena Trigueros Umaña, y nieto del biólogo, entomólogo y profesor naturalista Manuel Valerio.

Reconoce el apoyo de sus padres, así como el apoyo de su esposa Vera Virginia Arias Zúñiga como vital en su carrera, mientras perseguía su arte; su expresión artística de lo que su abuelo había hecho en sus estudios científicos de animales vivos.

El Sr. Valerio es un graduado secundario en Ciencias y Letras y obtuvo estudios adicionales en la Universidad de Costa Rica en dibujo, pintura, escultura, xilografía y grabado.

En más de cuarenta años de expresión, ha sido aclamado como uno de los mejores pintores hiper-realistas de Costa Rica y América Latina, exponiendo su trabajo en centros culturales notables del continente, así como extensamente en colecciones privadas en las Américas, Europa, y Asia

Las obras de Gerardo forman parte de las colecciones del gobierno costarricense expuestas en la Casa Presidencial, Oficina General de Hacienda de la República, Ministerio de Educación, Ministerio de Naturaleza y Energía, Ministerio de Justicia y Gracia, Refinería de Petróleo Costarricense, Fiscalía General de la República República, Banco Nacional de Costa Rica y Universidad para la Paz. La oficina del secretario de Cultura de Jalisco, organizó exposiciones de su trabajo en México durante los años 1996, 1997, 1998.

Después de muchos años de ser recompensado en múltiples concursos de paisajes mientras desarrollaba su propio estilo aclamado antes de su tema ecológico posterior, Gerardo entró en la década de los 80 con pinturas naturalistas, recibiendo un reconocimiento continuo en este género. Está comprometido en continuar sus 33 años de pintar la flora y la fauna del mundo con la concentración en especies en peligro de extinción como su legado artístico en un compromiso con la preservación ecológica para las generaciones venideras. Como pionero moderno en el movimiento ecologista en su país de Costa Rica, luchó con sus pinceles y pinturas en nombre de la conservación del medio ambiente. Este arte que es su carrera ha sido reconocido y premiado no solo por el constante y generoso mecenazgo del Museo de Arte de Costa Rica, sino también por los fundamentos nacionales e internacionales de la vida silvestre.