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Estación 5 del Ferrocarril al Pacifico

  1. Datos generales
  2. Características del inmueble
  3. Ubicación
Categoría:
Espacios con usos culturales

Contacto

Teléfono de trabajo:
SD
Ubicación:
Heredia, Belén, San Antonio
Atención al público:
Karolina Quesada Fernández
Horario de atención:
10:00 am a 7:20pm.

    Descripción

    Perteneció primero al territorio huetar, al cacicazgo de Garabito, fue fundado en el siglo XVIII por las familias González, Moya y Murillo,1 éstas se instalaron en la Hacienda Potrerillos, que pertenecía a la cofradía de la Asunción de Barva. Una vez realizado este primer asentamiento y con el paso de los años, aparecieron los barrios de la Ribera y San Antonio, éste último se empezó a mencionar a partir de 1846. El nombre de Asunción surgió, porque en Potrerillos se erigió una gruta en honor de la Virgen de la Asunción, en el caso del de la Ribera, se revela que pudo tener dos orígenes: se atribuye al apellido de Joaquina Ribera, que vivía en la zona; y la gente del lugar cuando acudía a su casa decían: “Vamos a donde la Ribera”, o debido a que los primeros asentamientos fueron en los márgenes del río Segundo. San Antonio se le denominó al barrio que estaba en la parte occidental de Asunción

    Después de la independencia, en el lapso 1848-1865 se desarrolló el famoso camino hacia Puntarenas, se declaró como carretera nacional el trecho que pasaba de San Antonio hacia Alajuela, así se logró comunicar con el único puerto “que se utilizaba para la importación y exportación de productos, e hizo que este distrito tuviera un activo comercio”3 ; además, se creó una plazoleta denominada El Sesteo con el propósito que descansaran las carretas y diligencias que realizaban esa travesía. Para 1848, Potrerillos, es decir el distrito de Asunción en la actualidad, se consideraba como un distrito parroquial perteneciente al cantón central de Heredia. 4 El nombre de Belén data de 1859, cuando el primer Obispo de Costa Rica, Monseñor Anselmo Llorente y Lafuente fue expulsado del país en 1858, en su procesión hacia el exterior, pasó por San Antonio y el 24 de diciembre celebró la misa de media noche. Al año siguiente de regreso a Costa Rica, celebró también la misa del 24 de diciembre en San Antonio, por lo que decidió empezar a llamar al lugar San Antonio de Belén, y con él todos los pobladores.

    Bajo la administración González Víquez, Belén fue declarado nuevo cantón con tres distritos, la cabecera de cantón, San Antonio, la Asunción y la Ribera en el decreto Nº 15 del 6 de junio del año 1907, mas se sabe que el Presidente de la República Cleto González Víquez no quería modificar la división territorial, comunicándole su decisión al Monseñor Monestel le dijo: “pero, Padre, San Antonio está muy pequeñito para ponerle ya pantalones largos”, a lo que el presbítero, contestó: “pero, don Cleto, usted que también es pequeñito de estatura, es ya Presidente de Costa Rica, hagamos el milagrito que falta”6 . Bajo su mandato también se inauguró el servicio de agua potable en Belén

    Como se ha visto, a partir de mediados del siglo XIX y hasta hoy, la comunidad belemita se ha distinguido por ser un pueblo que avanza y adopta las innovaciones que cada época trae consigo, sin dejar de lado el espíritu de esfuerzo común, sus costumbres y ese sentido de trabajo en equipo que han llevado al cantón a ser modelo para las demás comunidades.

    El desarrollo de San Antonio siempre estuvo ligado al Pacífico, se sabe que para 1828, la población de San Antonio no llegaba a cien familias. 7 Para 1850 ante el auge del café, muchas carretas con este producto, se trasladaban hasta San Antonio para llegar a Alajuela y de ahí continuar el camino del Burrocarril hacia Puntarenas. El comercio floreció y con él la ciudad, se incentivó el mercadeo de productos, tanto los que iban, como los que venían; a las carretas que llegaban al Sesteo8 se les ofrecía comidas, café, caña, forraje y hasta se tienen noticias de pequeños hoteles como los de Santos y Lencha Moya. 9 Cuando por fin llegó el ferrocarril a San Antonio, impulsó todavía más la actividad comercial, su estación se volvió una de las que más movimiento presentó, a pesar de las crisis que sufió dicho transporte en los años setenta y ochenta del siglo XX.

    Desafortunadamente, para la segunda mitad del siglo XX, el ferrocarril al Pacífico perdió importancia, debido a: una administración un tanto deficiente, pues desde su concepción, se ideó como un instrumento regulador de la Northern Railway Company,32 como un medio de controlar las tarifas excesivas y demás arbitrariedades de la compañía, la inseguridad a la hora de trazar la línea férrea, lo que llevó a un ruta muy problemática, una falta de inversión efectiva, ya que a lo largo de su vida sufrió las consecuencias de la constante falta de liquidez del Estado. Intereses económicos de unos pocos, y una mala publicidad, hicieron que en el momento en que se pudo dar el empuje necesario para reactivar la línea y prever y contrarrestar las consecuencias que hoy vivimos en nuestras calles, provocaron su desactivación paulatina, y su cierre oficial a mediados de los años noventa.

    No es hasta 1870 que se vislumbró la construcción del ferrocarril al atlántico bajo el mando del General Tomás Guardia,11 para ello se firmaron los contratos Meiggs Keith, Myers, Douglas y Co. 12 y Cooper Keith. Este último aprobado en 1884 establecía la construcción de las 52 millas faltantes a la línea férrea hacia el Atlántico; que concluyó en 1891, encargándose de él, la Costa Rica Railway Company. Se aprovechó el monopolio ferroviario, y se fijaron tarifas excesivas, que junto al mal servicio, despertaron las críticas del pueblo

    Para tiempos del 48, el ferrocarril no se sustrajo a la revolución. En San Antonio, antes de llegar al puente sobre el río Virilla, los figueristas colocaron una bomba sobre la línea férrea, su intención era hacer explotar el vagón con policías que llevaba el ferrocarril para hacerle daño al Gobierno, sin embargo; cuando explotó la bomba solo logró volcar la máquina y tres vagones, los policías se salvaron y se dieron a la tarea de perseguir a los figueristas y cuando los atraparon los encerraron en el vagón que transportaba el ganado

    La estación del ferrocarril fue uno de los argumentos utilizados para tal fin: “Hace mucho tiempo que el distrito de San Antonio de Belén se distingue entre los demás que constituyen el cantón central de Heredia, por su adelanto siempre creciente, al punto de ser hoy quizá el más rico y poblado de todos. Eso se debe indudablemente a la ventajosa situación que ocupa, pues además de la estación del ferrocarril al atlántico que tenía antes cuenta hoy con otra estación en la línea férrea del Pacífico, habiéndose convertido por lo tanto en centro comercial activo para el despacho de todos los productos agrícolas de los pueblos vecinos y hasta los lejanos, pues en gran parte de la cosecha de café de Heredia y Alajuela se embarca en la estación de aquí con destino al Pacífico”. 28 El ferrocarril también transportaba cacao, caoba, cáscara de mangle, cedro, cocobolo, concha perla, mollejón, entre otros. Los hatos que viajaban desde el norte del país, se llevaban al toril de la estación, y de ahí salían rumbo a Heredia, Alajuela y San José.

    Fue a partir del año 2003 que se volvió a contemplar la idea del transporte ferroviario, hoy día se está reactivando paulatinamente, como una medida para hacer frente a la crisis energética que se está viviendo.

     

    Archivos adjuntos

      Autor de la ficha: Editores contratados Sicultura

      Autoría: Inventario Cultural Belén 2015